Todo va a suceder cuando no haya más remedio; en ese momento la decisión política se va a tener que tomar y los intereses claudicar, pero seguramente habrá mucho que lamentar quizá bastante más de lo que hay que lamentar el día de hoy.
La ciudad se agranda, la gente construye y se aproxima a los predios de las explotaciones. Las explosiones con su efecto sísmico no van a tener ninguna posibilidad de continuar y en ese momento (hoy está sucediendo) los intereses comerciales van a comenzar negociar un cambio de "lugar" o la expropiación, con exigencias veladas para conseguir ganancias extremas.
Al capital no le interesa pensar en la naturaleza, el medio ambiente, ni el vecino, ni su comarca, aunque esta no sea extensa (las sierras del sistema Tandilia, no son una cordillera ni mucho menos). Le interesa el negocio aunque se esté destruyendo un recurso no renovable para apuntalar a otro que el tiempo destruirá. ¿Qué control de explotación, o mejor dicho que leyes defienden o regulan la incoherencia? El producto se usa mayoritariamente para construcciones y carreteras, pero ¿Por qué se destina los monumentales bloques para defender las playas con escolleras?
Al negocio le interesa el hoy y no el mañana, le interesa el yo y no el nosotros, le interesa el yo y no el hijo. Está tan cómodo en su posición de destrucción que le impide tener vergüenza de la misma y pensar que la actividad se reactivó dentro del esquema de nuestra incipiente democracia, por obra y gracia de “un demora” de la contestación a un recurso de amparo.
Estos últimos años hay una creciente voluntad e intentos para solucionar este problema, inclusive hay signos positivos desde la nueva gobernación de la provincia para contribuir; pero esta democracia deberá ponerse de una vez por todas, los pantalones largos, enmendar el error y no esperar que la expansión demográfica condicione definitivamente “al negocio” para no tener que seguir agrandando este lamento de algo irrecuperable.
Estas fotos de Google Earth datan por lo menos de tres años, no me animaría a ver las actuales.
2 comentarios:
Franchese, comparto su preocupacion porque he tenido la suerte de conocer la pasion con la que ama su tierra. Existen hechos evidentes y hechos encubiertos que ponen en peligro el equilibrio de algunos ecosistemas... no hablo solo de ballenas y coalas, sino de seres humanos. Me propongo estudiar el tema de Tandil con un poco de profundidad para poder aportar algo de positivo. Lo invito a pensar ademas en los hechos encubiertos, como por ejemplo el mito de los biocombustibles. Que es una forma de limitar la produccion de alimentos, reduciendo la superficie de cultivo de alimentos en pos del cultivo de "biopetroleo". Nos toman el pelo constantemente...
000 (Alejandro)
Hola Hector!
El problema es que en Argentina practicamente no existe una "conciencia ecologica". Del problema que vos tratas me vengo a enterar por tu blog, no lo he visto en ningun diario ni revista.
Este problema es local, afecta tu area. Pero que me contas de la contaminacion increible de todos los rios del pais? Desde el Rio De La Plata hasta el ultimo arroyito de Jujuy vienen usados como vaciadero de basuras no solamente por las empresas sino incluso por la gente que vive en las orillas.
Mientras no se empiece a enseñar la conservacion del medio ambiente en las escuelas vamos fritos!
Saludos desde Fray Bentos de
Alfredo Cruz
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